A la mayoría de cervezas que acostumbramos tomar, ¡les falta vida!
El proceso industrial de la cerveza, con la fachada de presentar un producto más limpio y más seguro, pero con el verdadero propósito de reducir los tiempos de producción, filtran la cerveza una vez terminado el periodo de fermentación y después carbonatan la cerveza artificialmente, logrando un producto terminado y listo para consumir en menos de 15 días.
Originalmente la cerveza adquiere sus perfiles de color, claridad, carbonatación y color por un proceso de maduración y condicionamiento en el último recipiente anterior al consumo, botella o barril, y la Levadura de Cerveza es la responsable, tanto de la fermentación primaria, como de la carbonatación y los perfiles finales de una cerveza, el problema para las cervezas industriales es que la levadura de cerveza se toma su tiempo para hacer el trabajo…
La Cerveza Auténtica, a la que nosotros le llamamos Cerveza Viva, después de la fermentación primaria pasa por una fermentación secundaria y finalmente por un periodo de condicionamiento y maduración en la botella, periodo durante el cual la levadura va carbonatando y terminando el perfil lentamente.
El tiempo que le lleva a la levadura generar y estabilizar el contenido de CO2 en una botella es de 15 días, y en adelante la cerveza, por medio de la levadura que sigue viva en la botella, va afinando los sabores.
La Levadura de Cerveza es uno de los complementos alimenticios más antiguos y más completos que conocemos, ¿por qué no tomarlo en su estado natural, vivo y en una cerveza sin filtrar?
Otro recurso interesante sobre este tema que recomendamos es CAMRA (Campaign for Real Ale).